Main character.
De mi 2024, de lo que me pide que haga mi psicóloga y de cómo tengo que llevarme bien conmigo mismo en 2025.
Querido lector:
Sí, esta es una de esas cartas que reflexionan sobre el final de año. No se a ti, pero a mí me encanta leer sobre las películas, series, y libros que han configurado el año de mis amigos. Leer sus propósitos, sus ganas de mejorar, sus ilusiones para el futuro. Y aquí te voy a contar un poco de los míos para el 2025.
Cambios radicales: dónde empecé y dónde estoy.
La vida me ha cambiado mucho en estos meses. El año pasado por estas fechas os escribía desde casa de mis padres, tenía pareja estable y trabajaba en un instituto a una hora y pico en coche de mi casa. Nada de eso se mantiene ya.
Me alegra decir que he conseguido mi objetivo principal, independizarme, y que trabajo a unos diez minutos de mi casa. Vuelvo a estar soltero, sí, pero no estoy triste por ello. He comprendido que me había perdido a mí mismo, y que falte quien falte, estoy en el camino para volver a quererme a mí mismo. Entender que puedo decir que no, que puedo establecer límites, y eso no me hace menos válido que cualquier otra persona.
Este 2025 tiene que ser el año de Manu. Como dice mi psicóloga, el año en el que debo ser el protagonista de mi propia vida, y no un personaje secundario. Espero ir por el buen camino, amigo.
Esos propósitos que se quedan a medias.
En el recap del año pasado os comentaba que quería intentar ir más al cine. Lamento decir que no lo he conseguido. Me puse doce películas como objetivo y creo que no he llegado a la mitad. El cine sigue siendo un desafío para mí y muchas veces encuentro que es difícil encontrar compañía para ir. Muchos de mis amigos van con sus parejas o con otros amigos con los que ya tienen comprometidas ese tipo de películas. Y yo me acabo sintiendo como un estorbo.
Así que en 2025 he reducido mi ambición y me he propuesto que el mínimo sean cinco. Pero hay una condición: tengo que ir a una de ellas solo. Me siento tremendamente incómodo haciendo actividades solo en público y es algo que estoy trabajando en terapia. Algo he avanzado, ya no me da ansiedad el hacerlo, sólo extrema disconformidad. He probado aplicaciones como letterbox para motivarme, pero las acabo abandonando rápidamente.
Mi otro objetivo cultural era releer al menos tres libros, cosa que he logrado. Aunque ha sido más bien a final de año, he aprovechado circunstancias profesionales y del trabajo para enganchar algunos libros que ya había leído. El primero de ellos fue Heartstopper V.05, que leí por primera vez en febrero y he releído en otoño. Mi relación con esta saga es muy especial, pero con este tomo lo ha sido más todavía. En la primera lectura comprendí que estaba enamorado y en la segunda, ya soltero, que mi valía personal y mi felicidad no dependen de otra persona, sino de mí mismo. Tal vez por ese contraste todavía no he subido ninguna reseña a mi Instagram.
La segunda fue Mala hierba de Andrea Arroyo del Campo. El motivo de esta relectura es que quería leerme la secuela, pero necesitaba refrescarme. Me alegro tanto de haberlo hecho así, la verdad, porque eso me ha permitido tener una continuidad que me ha ayudado a comprender mejor el viaje y la evolución de los personajes. También la evolución de la escritora.
Finalmente, la tercera relectura fue El sí de las niñas de Leandro Fernández de Moratín. Era una de las lecturas de mi tutoría de 4º de la ESO y hemos aprovechado para leerlo en clase. EL DRAMATISMO. Los comentarios tipo: “¡PERO PROFE ES QUE ESE SEÑOR ES UN SUGAR DADDY!” o “¡CÁLLESE SEÑORA Y DEJE HABLAR A SU HIJA!”. Ha sido uno de esos momentos en los que he recordado lo que me impulsó a hacerme profesor de literatura. Compartir algo que me hace feliz. Montar un club de lectura y mamarrachear en clase.
¿Qué me voy a proponer para 2025?
Y efectivamente llegamos a la parte en la que empiezo a prometer cosas que luego no cumplo.
Ya os he contado lo relativo al cine. Respecto a la lectura, me gustaría mantener mis tres relecturas, pero ir también un poco más allá. Este año me gustaría leerme mínimo tres tochos. Siempre me dan tremendo respeto y acabo por procastinarlos, así que este año me gustaría coger el toro por los cuernos. Y viendo el creciente gusto que estoy desarrollando por ellos, será mejor que empiece a acostumbrarme. Tal vez haga trampa y relea Eragon, así me cuenta para los dos propósitos.
Por último, me gustaría reconciliarme un poco con la narrativa española contemporánea. Especialmente la de los escritores más jóvenes y que no publican necesariamente con Planeta. He notado que desde 2020 me he ido distanciando progresivamente hasta llegar a una librería y darme cuenta de que no tenía ni idea de quién era nadie.
Soy consciente que esto se debe a mi propia frustración con la escritura y al crudo panorama editorial entre otras cosas. Así que este año me gustaría estar más presente e informado, puede que volver a ir a presentaciones.
El último propósito cultural es el de visitar museos. ¿Te puedes creer que nunca he visitado el Prado? Eso no puede seguir así. Este año fui al Museo Sorolla y sentí cómo mi alma trascendía. O algo menos grandilocuente, pero ciertamente me sentí inspirado y feliz. Quiero volver a acercarme al arte.
Acabo esta carta pidiéndote que tu prioridad para 2025 sea cuidarte a ti mismo. Ya te escribiré otra hablándote de mis lecturas de este año, pero eso queda para otro día. Hasta entonces, bebe agua, respira y recuerda que eres el main character de tu vida. Haz lo que quieras y no esperes por nadie. Vive. Por ti.
Love, Manu.
Maricón, cómo que nunca has visitado el Prado?!!!! TIRA PAL MUSEO AHORA MISMO!! Visitar el Prado es peregrinar al paraíso, hazte un favor, por favor. El 2 de enero al Prado. No puedes esperar más. Abrazo y feliz 2025 <3
Gracias, Manu! Cuando vaya al Prado os mandaré una foto como prueba 😂 Feliz 2025, cuídate mucho, jo